El virus de la corona, una crisis multidimensional que requiere iniciativas e inteligencia colectiva

Esta crisis afecta a todo el planeta. Es un choque que crea una situación imprevista. Esperábamos un posible colapso en términos financieros, económicos e incluso de biodiversidad. Nos enfrentamos a otro tipo de colapso que nos viene de otra esfera de preocupación que algunos especialistas habían previsto y que algunas personas habían mencionado públicamente el riesgo (incluyendo Bill Gates en 20151 y la CIA 2 ).

Así que tenemos una crisis de salud con actualmente cien mil muertos y millones de enfermos. Los países y continentes se ven afectados de diferentes maneras. Por el momento, son más bien los países más desarrollados los más afectados. (Europa, EE.UU.). América Latina y África están relativamente intactas. ¿Se debe a una cuestión de estacionalidad? ¿Está relacionado con el sistema de protección de los países (véase la entrevista con Dao the Anh) 3? ¿O está relacionado con un posible debilitamiento del proceso de difusión del virus? Pero cuando este virus nos alcanza a nosotros o a nuestros parientes, a nuestros vecinos, nos vascularizamos. Nos afecta profundamente.
Este virus puede volver en septiembre, tal vez continúe su presencia durante varios años… El futuro se llena de incertidumbres. Pero esta crisis sanitaria no es más terrible que la gripe asiática de 1958 (2 millones de muertes en el mundo), la gripe de Hong Kong de 1969 (1 millón en el mundo) y la de 2018 (650 000 muertes en el mundo, lo que se aproxima a la media).
Pero hoy en día, parece que la humanidad e Cómo alimentarse cuando los precios de los alimentos se disparanstá prestando más atención a la vida. Nuestra relación con la muerte puede haber cambiado también. 4 (cf. el intercambio entre Régis Debray y Edgar Morin que es interesante sobre la relación con la muerte en nuestras sociedades desarrolladas).
A nivel del planeta, lo que realmente ha cambiado nuestras vidas es sobre todo las medidas de contención que se han tomado, en formas similares, en los diferentes países. Desde hace varias semanas, han estado transformando nuestras formas de vida (ver la entrevista con Miguel Benasayag) 5. 5. De tres a ocho semanas de confinamiento con el cierre de un gran número de empresas, esto crea una situación económica y social que abre tiempos difíciles para una gran parte de la población. ¿Cómo puede uno sobrevivir económicamente cuando su fuente diaria de dinero se interrumpe? (cf. entrevista con Kolyang Palébélé 6) Cómo sobrevivir en espacios vitales limitados, en las favelas brasileñas o en los barrios obreros de las grandes aglomeraciones urbanas (cf. entrevista con Fernando Rosero en Ecuador y Carlos Vaisner en Brasil) 7
Para otras personas, este tiempo de confinamiento puede ser la ocasión de un tiempo de retorno a sí mismo, donde se puede ver a los virus como también posibles signos reveladores de nuestras emociones bloqueadas a nivel individual y la posibilidad de superarlas a nivel colectivo (cf. entrevista con Hervé Ott 8). Este tiempo de confinamiento puede dar la oportunidad de trabajo remoto de «proceso» colectivo pero también de «trabajo interno» promovido, como por ejemplo por Maurice Brasher durante estas semanas de confinamiento 9? Por lo tanto, este tiempo de confinamiento también ofrece la posibilidad de transformar este tiempo de limitaciones, que se nos impone desde el exterior por medidas sanitarias y políticas, en un tiempo de nuevas oportunidades. También es una época de posibles innovaciones en la comunicación. A nivel de la UITC, hemos experimentado mucho con herramientas de comunicación a distancia. Hemos creado nuevos vínculos y llevado a cabo experimentos finos mediante la vinculación, reuniendo a nivel de América Latina, África, el 10
Es probable que la descontaminación sea más caótica que la contención. También tomará varias formas alrededor del mundo, con posible retroceso.
Otra cuestión es si vamos a volver a la antigua situación económica, social y política a nivel local, nacional e internacional 11 (véase el punto de vista muy claro de Gael Giraud y el de Edgar Morin 12), o si va a ocurrir algo en la sociedad, en la opinión pública, por parte de los dirigentes políticos para iniciar en ciertos países y sectores formas de transición hacia sociedades más resistentes/soberanas/vivibles/reubicadas económicamente que tengan en cuenta sobre todo las necesidades vitales y los actores de la economía real?
Esto dependerá de la conciencia de los ciudadanos, de la existencia de un movimiento nacional e internacional de la opinión pública. Hay que destacar este aspecto internacional porque es una gran parte de la humanidad la que se enfrenta al mismo factor externo. ¿Vamos al menos a dar un paso para establecer mejores sistemas de salud desprivatizados, a nivel nacional y con medios de intervención a nivel internacional?
¿Habrá una unión entre el movimiento contra el calentamiento global y el despertar de la conciencia de nuestra vulnerabilidad/fragilidad ante la naturaleza, un virus, lo inesperado y nuestras interdependencias? ¿Permitirá esto rechazar las ilusiones de la globalización liberal que se nos sirvieron todos los días, en cada comida, como solución a todos nuestros problemas?
A nivel mundial, juntos, podemos dar pequeños pasos para rechazar con nuestras acciones las largas cadenas industriales y alimentarias que están destruyendo el planeta. Esto será difícil, con efectos contradictorios para las economías y las sociedades. Pero me parece que debemos avanzar en esta dirección, de manera clara y decidida.
Creo que esto creará rupturas, debates y conflictos. Pero estos pueden salvar vidas. Tendremos que comenzar este período tratando de dar otros pequeños pasos juntos a nivel internacional.
En este período de crisis, con nuestra red de personas, las organizaciones asociadas a la UITC, nuestra comunidad de trabajo de la UITC, hemos trabajado para construir alianzas, para preservar los lazos sociales y la humanidad, la inteligencia colectiva y la colectividad (iniciativa e inteligencia colectiva). Hemos hecho esto con medios limitados. Pero vemos que es posible vincular, pensar, actuar con tan pocos medios… Esta es una riqueza paradójica.
A nivel local, nacional e internacional, necesitamos y necesitaremos redes de confianza a nivel internacional para reflexionar, intercambiar, proyectarnos hacia el futuro y también actuar en el presente, donde estamos.

Necesitamos y necesitaremos aún más elementos de métodos para abordar, actuar y pensar en estas complejidades, estas crisis, para transformar de manera constructiva los conflictos intra-personales, interpersonales y sociales que tenemos que enfrentar.
Estoy convencido de que, en este ámbito, debemos hacer un gran esfuerzo para saber más, pero también para compartir más en términos de «pedagogía del cambio». También vemos que podemos hacer nuevos milagros gracias a los nuevos medios de comunicación a distancia. Este es un desafío para la UITC y muchas otras organizaciones y comunidades de trabajo que son sensibles a estos temas con nosotros.

Confiemos, con nuestra rica red de inteligencia, en avanzar uniendo en un mismo movimiento, acciones concretas, nuestro corazón y nuestras profundas intenciones! ¡Vamos!
¡Buen encierro, buen desconcierto y buena salud para nosotros y nuestra comunidad de trabajo!

Pierre Vuarin el 19 /04/2020